Quizás se acuerdan de este capítulo de los Simpsons, en el
que Homero aumenta de peso para poder obtener una licencia por discapacidad, y
de esa forma trabajar desde casa, la tarea de Homero mientras estaba en casa,
era simplemente presionar un botón para que el reactor de la planta atómica no
se calentara demasiado, y lo que descubrió es que esto sucedía cada cierto
tiempo, es por eso que Homero planeo de forma ingeniosa elaborar un sistema automático
utilizando como dispositivo el muñeco (en el círculo rojo en la imagen portada
de este artículo) que lo que hacía era sencillamente presionar un botón cada
cierto tiempo, su funcionamiento hizo que Homero se confiara, y dejara sin supervisión
ese sistema ( paso de ser un sistema hibrido a un sistema completamente automático),
al final de la historia le pasa algo imprevisto al muñeco, y no cumple su función
de presionar dicho botón, el reactor se sobrecalienta y se pone en peligro toda
su ciudad.
En internet se pueden conseguir muchos algoritmos de inversión
del tipo plug and play; que operan si supervisión humana, pero el trabajo de un
fondo de inversión serio dedicado al trading algorítmico no solo se limita a
poner algo en funcionamiento y a olvidarse del tema, un fondo de inversión se
dedica también a constantemente ir actualizando los algoritmos, ir
constantemente monitoreando, ir modificando parámetros, resolver las
dificultades que surgen por fallas de servidores, problemas con el bróker, corrección
de comportamientos inadecuados que puedan surgir del algoritmo, para ello es
necesario también clasificar si los eventos son inusuales o no, etc. Es decir, un
trabajo de asistencia humana constante en un recomendable sistema hibrido y no
completamente automático.
Así también lo recomienda Sergi Sánchez Ceo de Sersan
Sistemas con una experiencia de más de 20 años operando en sistemas algorítmicos,
operando antes que incluso la palabra fintech tuviera sentido conceptual, y es
así como lo realiza la mayoría de fondos de cobertura existentes. Ya que como
bien ilustra la moraleja de la historia de los Simsons, es que nadie debería ser
como Homero y que los sistemas completamente automáticos no existen.
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